Al igual que a Félix Rodríguez de la Fuente, los que nacimos en las décadas de los años `60 y `70, le debemos un tributo de agradecimiento a Jaques-Ives Cousteau, un hombre con un inmenso espíritu aventurero, un explorador que descubrió un nuevo mundo y despertó la curiosidad y la imaginación a los que éramos asiduos a sus películas.
Cousteau fue, además de fotógrafo, cineasta e inventor, el más célebre divulgador del mundo submarino, realizando más de 115 documentales de televisión y películas. También fue un activista en la conservación y protección del medio marino, le gustaba definirse como un «técnico oceanográfico», pero en realidad era un sofisticado director y amante de la naturaleza.
El filántropo británico Thomas Loel Guinness (político emparentado con el fabricante de cervezas, su tío Arthur) compró el barco Calypso en julio de 1950 y se lo alquiló a Cousteau por el simbólico precio de un franco al año. Le puso dos condiciones, que nunca le pidiera dinero y que nunca revelara su identidad, que solo salió a la luz después de la muerte de Cousteau en 1997. Sobre la adquisición de este barco, de su conocimiento y entusiasmo, creó un equipo de personas con las que fue capaz de cambiar conciencias y fomentar vocaciones profesionales.
Echo de menos a este tipo de vidas con una personalidad arrolladora, con una inusual fuerza comunicadora y con un compromiso de concienciación con el bienestar de la naturaleza del planeta y sus habitantes. Recientemente he visto un documental actual de David Attenborough (“Una vida en nuestro planeta”), volví a tener esa sensación de estar recibiendo aquel tipo información que entra sin filtros, la de personas que no te venden ideología ni intereses comerciales, que comparten y transmiten el entusiasmo en lo que hacen y que les ha llevado a un reconocimiento mundial.
Una de las características que nos ha llevado a ser la especie mas influyente y destructora en el planeta es la capacidad de trabajar en equipo aunque los individuos que lo formen no lleguen a conocerse o hayan vivido el distintas épocas. Louis Marie-Auguste Boutan fue un biólogo y naturalista francés nacido en la segunda mitad del siglo XIX, se le ocurrió fotografiar bajo el agua como apoyo a sus investigaciones de biología marina. Ayudado por su hermano, que era ingeniero, desarrollaron la primera cámara fotográfica subacuática, realizando en 1893 la primera fotografía submarina.
Ernesto Cardoso
Temporada 3. Capítulo 1 | Buceo en la Isla La Graciosa |
Fecha de grabación | 5 de diciembre de 2020 |
Duración | 3:16 minutos |
Fecha de emisión | 8 de enero de 2021 |
Localización | Isla La Graciosa, Canarias. España |
Imagen y sonido | Ernesto Cardoso |
Montaje y edición | Ernesto Cardoso |
Opúsculo | Ernesto Cardoso |
Música | Blear Moon |
Tema | Artic frog |