En el Diccionario geográfico-estadistico-historico de España y sus posesiones de Ultramar de Pascual Madoz escrito entre 1845 y 1850 aparece el río Ucero con la siguiente descripción:
UCERO: r. de la prov. de Soria, part. jud. del Burgo: tiene su origen en el térm. de la v. de su nombre, dentro del que le afluye el llamado Lobos; pasa por debajo de un hermoso puente de piedra de 50 varas de long. y 45 de elevacion y va a recorrer sucesivamente los térm. de Rejas, Valdeavellano, Valdelinares, Valdemaluque, Sotos, Valdelubiel, el Burgo, en el que le atraviesa otro puente y recibe las aguas del Avion; Osma donde también tiene puente y continua hacia la Olmeda, a cuyas inmediaciones se aumenta con el r. Sequillo y va a desaguar en el Duero, dentro de la jurisd. del último pueblo; en su curso presta grandes utilidades, pues además de fertilizar los terrenos por donde pasa, e impulsar varios molinos y otros artefactos, proporciona la pesca de esquisitas truchas, las mejores a caso de España, tanto que se han llevado para casta, al r. de la Granja de San Ildefonso: pertenecía el derecho de la pesca al ob. de Osma; y era tal la abundancia de truchas que se criaban, por el cuidado que había de no dejarlas coger, que con dificultad habria otro r. que produgera tantas; pero desde que el diocesano cesó en el uso del privilegio, han disminuido considerablemente, aunque siempre se crían las bastantes para proporcionar una agradable y útil diversión.
Los que informaron a Madoz sabían bien de lo que hablaban, cuando Hispania era una provincia romana ya trascendía la fama de este río, habiendo noticias de que los derechos de pesca en él estaban restringidos.
Bien, pues en este río en el que las truchas no se acababan a pesar de que los curas dejaron de ocupar sus derechos sobre su pesca, llegaron los años ’80 del siglo XX. A alguien se le ocurrió la feliz idea de canalizar el río, a todas luces una propuesta brillante en aquella época en la que, aprovechando el tirón de la concentración parcelaria, se realizó de una forma bastante radical. Convirtiendo un río con un cauce natural sinuoso lleno de meandros en un canal recto delimitado por sendas motas a poca distancia de cada una de sus orillas.
Este planteamiento (que aún en aquellos tiempos podríamos decir que era desarrollista), no contaba en absoluto con el río como un ecosistema. Supongo que nadie pensó que la dinámica de un río nada tiene que ver con la del estanque del Retiro (que es en el que se debieron inspirar los autores del proyecto). Las desastrosas consecuencias de esta obra fueron la aceleración del curso del río y el arrastre de grandes cantidades de áridos que se depositaron en su lecho, esto unido a las dos barreras longitudinales que lo cercaban elevaron su nuevo cauce más de un metro por encima de su antiguo cauce natural.
Si no fueran estos suficientes problemas para el río, otro más surgió cuando las motas se permeabilizaron, entonces empezó a correr diseminado entre sus antiguos brazos separados por la barra de grava que ocupaba el centro de su cauce. Pero, para los que de sus aguas alimentaban sus sembrados, también había surgido un grave problema, cuando el río tenía sus periódicas avenidas sus campos se inundaban (ya ocurría esto en sus zonas naturales de inundación antes de la canalización) y las aguas no se drenaban porque las motas actuaban como presas a lo largo de las dos orillas, permaneciendo bastante tiempo los campos anegados y por lo tanto inútiles para la agricultura.
En el año 2013, a iniciativa de la Sociedad de pescadores de los ríos Ucero y Abión, la confederación de asociaciones conservacionistas de pescadores UNIPESCA promovió la conexión de varios de los antiguos meandros del río. Las obras realizadas por la Confederación Hidrográfica del Duero fueron resueltas, baratas y eficaces; y la renaturalización de cuatro meandros en tramo comprendido entre los puentes de Valdelubiel y Barcebalejo se produjo en un corto periodo de tiempo, siendo esta actuación una muestra de la rápida capacidad de recuperación de los ecosistemas fluviales.
En 2016 se inauguraron una obras que el Ministerio de Agricultura Alimentación y Medio Ambiente realizó en el río Ucero y se difundieron como un gran proyecto de restauración fluvial, consistieron en una instalación de una escala de peces en la presa de la Güera en Burgo de Osma, una senda de 20 km que acompaña al río desde su nacimiento y el desbroce de unos 5 km de vegetación riparia. Un gasto en instalaciones bastante cuantioso y de poca eficacia para la recuperación de este río que todavía sufre en muchos de sus tramos los arrastres de grava por culpa de su trazado rectilíneo.
El los ochenta del siglo pasado el río se usó como un recurso económico, en la década pasada todavía se veía como un parque temático para uso turístico. Son muchos años para haber avanzado tan poco.
Ernesto Cardoso
Temporada 2. Capítulo 16 | Río Ucero |
Fecha de grabación | 11 de julio de 2020 |
Duración | 2:44 minutos |
Fecha de emisión | 24 de julio de 2020 |
Localización | Río Ucero, Soria. España |
Imagen y sonido | Ernesto Cardoso |
Montaje y edición | Ernesto Cardoso |
Opúsculo | Ernesto Cardoso |
Música | Scott Holmes |
Tema | Corporate vision |