Volcán de fuego

En Guatemala hay más de treinta volcanes, tres de ellos activos. El que presenta una mayor actividad es el volcán de Fuego, de algo más de 3700 m de altitud, que está situado cerca de la colonial ciudad de La Antigua, la que fue capital de Guatemala hasta el terremoto de 1773. Es considerado el volcán más activo de Centroamérica y uno de los más activos del mundo, ofreciendo continuas y espectaculares erupciones que pueden verse y oírse, si las nubes y el ruido de la ciudad no lo impiden, desde La Antigua, situada a unos 12 km en línea recta. Debido a su actividad, no es posible ascender hasta la cumbre del volcán de Fuego, pero sí se puede acceder a la cumbre del actualmente inactivo volcán Acatenango, un coloso de casi 4000 m de altitud que se encuentra unido al de Fuego, como si de dos siameses se tratara, y que sirve de majestuoso balcón para observar las erupciones de lava, humo y enormes piedras que expele su hermano. El ascenso, aunque no apto para todo el mundo por el gran desnivel que hay que salvar y la altitud, que suele hacer mella en los viajeros, no presenta dificultad técnica. La mayoría de los visitantes optan por hacer noche cerca de la cumbre del Acatenango, en los humildes y precarios campamentos que han instalado allí los guías de la zona para ganarse la vida gracias al creciente turismo que atrae el volcán. Desde ellos, escuchar el potente sonido de las explosiones y ver la lava cayendo por las laderas del volcán en la negrura de la noche es una experiencia difícilmente olvidable.

Es posible que estos volcanes, junto al cercano e inactivo Volcán de Agua, sirvieran de inspiración a Antoine de Saint-Exupery a la hora de describir el diminuto planeta de El Principito:

La mañana de su partida ordenó bien su planeta. Deshollinó cuidadosamente sus volcanes en actividad. Tenía dos volcanes en actividad, lo cual era muy cómodo para calentar el desayuno a la mañana. Tenía también un volcán apagado. Pero, como él decía, «¡Nunca se sabe!». Deshollinó entonces también el volcán apagado. Si están bien limpios, los volcanes arden suave y regularmente, sin erupciones. Las erupciones volcánicas son como fuegos de chimenea. Evidentemente, en nuestra tierra somos demasiado pequeños para deshollinar nuestros volcanes. Es por eso que nos causan cantidades de problemas.

Antoine hizo escala en 1938 en la Ciudad de Guatemala para repostar en un largo viaje que estaba haciendo desde Nueva York hasta Punta Arenas, en Chile. Sin embargo, en el despegue sufrió un grave accidente, que le dejó cinco días en coma y numerosas facturas. Pasó varias semanas en La Antigua recuperándose de sus lesiones, con el inevitable telón de fondo de los tres volcanes. Entonces solo estaba activo, como hoy, el Volcán de Fuego, pero pocos años antes se habían observado en el Acatenango violentas erupciones, por lo que seguramente los lugareños no lo considerarían aún un volcán apagado.

Me resultaba reconfortante pensar, mientras veía desde allá arriba al Volcán de Fuego vomitar lava y piedras, que estaba contemplando a uno de los volcanes de El Principito, y que necesitaría ser deshollinado para arder suave y regularmente, sin erupciones.

Según otros, El Principito estaría en realidad inspirado en El Salvador, el país de su esposa Consuelo, conocido también por sus numerosos volcanes. Pero eso… es otra historia.

Andrés Chazarra

Temporada 5. Capítulo 5Volcán de Fuego
Fecha de grabaciónOctubre de 2022
Duración2:06 minutos
Fecha de emisión1 de marzo de 2023
LocalizaciónDepartamentos de Sacatepéquez, Escuintla y Chimaltenango. Guatemala
Imagen y sonidoRamiro Romero Fresneda, Andrés Chazarra.
Montaje y ediciónErnesto Cardoso
OpúsculoAndrés Chazarra.
MúsicaAufiorezout
TemaPyria