Pequeño siluro

El turista alemán Roland Lorkowsky se trajo en una garrafa, por los años setenta del siglo XX, a treinta y dos alevines de siluro del Danubio que luego soltó en la desembocadura del Segre para que “crecieran y se multiplicaran” en los embalses de Mequinenza y Ribarroja. Antes que él, el servicio de protección de la naturaleza ICONA había soltado por otros embalses españoles todo tipo de especies exóticas como el lucio, la perca americana, la carpa o los cangrejos rojos. El zoológico acuático español se corregía y aumentaba aunque nos alegramos que no hubieran soltado pirañas rojas del Amazonas o peces tigre del río Congo. Sobra decir que el siluro y todos los demás peces alóctonos hicieron caso al “creced y multiplicaos, y llenad la tierra” del Génesis 1:28 o de su código genético. En el caso del siluro creció hasta los doscientos kilos y ha ido llenando, si no la tierra, sí todos los embalses y ríos embalsados del país. En los países de Centroeuropa el siluro es un pescado muy apreciado y cotizado, se cría para comer y hay una verdadera pasión por su pesca y sus guisotes ya que tiene mucha carne y apenas tiene espinas.

Pero es obvio que el siluro es una especie exótica, invasora o no, eso se debería investigar en cada río, ecosistema y territorio (porque estamos rodeados de especies exóticas que no son invasoras como esa maceta que tienes en tu salón o el maíz que te alimenta). En el caso de los peces no deberían estar ahí pero están y ya será difícil que desaparezcan. Lucio, bass, carpa, lucio-perca, siluro… no tienen “la culpa”. Han ocupado enormes ecosistemas acuáticos que también son “exóticos” y ajenos a los ríos autóctonos, corrientes, no fragmentados y salvajes que una vez hubo en el país. Unos ecosistemas exóticos como los grandes embalses para los que no evolucionaron los peces que estaban antes. La mayoría son masas de agua con poco oxígeno, paradas, contaminadas, eutrofizadas. Puede que ahora las exóticas tengan un boom demográfico y unas décadas después desaparezcan.

La globalización, la intensificación del comercio mundial por tierra mar y aire, pero también la voluntad consciente o inconsciente de algunos ciudadanos como el famoso alemán Roland Lorkowsky, ha producido la proliferación de especies de plantas, insectos, peces, bacterias, aves y mamíferos en nuestro país que antes no existían. Eso puede parecernos curioso, asombroso o pintoresco, pocas veces entendemos el potencial catastrófico de esta “novedad” no sólo para el equilibrio biológico de nuestros espacios naturales o urbanos, la economía agrícola y ganadera o la situación de nuestros ríos, sino para nuestra propia salud humana. Nos suenan, porque de cuando en cuando la televisión o la prensa publica alguna noticia, el mosquito tigre, el caracol manzana, el siluro del Danubio, el mejillón cebra, el moco de roca, la hormiga argentina, el alburno, la rana toro, la cotorra argentina, el plumero de la pampa o avispón asiático. A mí me gustaría que no estuvieran, que no hubieran venido, pero mi opinión y criterio es arbitrario, subjetivo, parcial, poco científico.

Ramón J. Soria Breña

Temporada 4. Capítulo 10Pescando siluros
Fecha de grabaciónMayo de 2022
Duración2:32 minutos
Fecha de emisión11 de mayo de 2022
LocalizaciónEmbalse de Torrejón-Tajo, Cáceres, Extremadura. España
Imagen y sonidoErnesto Cardoso, Ramón J. Soria Breña
Montaje y ediciónErnesto Cardoso
OpúsculoRamón J. Soria Breña
MúsicaScott Holmes
TemaEmbrace/Hunted
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